El triángulo, escaleno, de oro

ffseeLas tardes de septiembre, en nuestro país, son una maravilla. El refranero prolonga el verano hasta estos días de octubre. En estas tardes de otoñal verano, con un poco de interés y ganas de pasarlo bien, en Aiete podemos salir al encuentro, con nuestra familia, hijos, padres, salir a la busca de entornos nuevos, y terminar encontrándonos, en la salida hacia Oriamendi y Hernani, con un bellísimo paraje: el triángulo (escaleno) de oro, formado por el caserío Katxola, el frontón Miguel Gallastegi y el teatro-anfiteatro de Miramón.

Alguna gente del barrio lleva varios años entregada a la idea de recuperar este sorprendente espacio público para la ciudad.

Desde hace varios se celebran, en el caserío Katxola, unas especiales romerías para “disfrutar en compañía”. Y en estas citas, Katxola se llena de personas contentas, animadas, sonrientes, optimistas, festivas

Pero si cada momento tiene su afán, este año hemos puesto todo nuestro anhelo y nuestro esfuerzo en el frontón del barrio. El pasado 21 de junio le hicimos un homenaje a Miguel Gallastegi, y para la ocasión, el ayuntamiento procedió a una limpieza profunda del recinto y su perímetro, dejó todo -incluido el cercano anfiteatro- como los chorros del oro. Ahora teníamos mucha ilusión en incluir la cancha en el circuito de partidos de pelota de la ciudad.

Fue el propio Miguel Gallastegi quien nos alertó de la fechoría. El martes, día 30, como siempre hace, desplegó su silla y su mesa de camping para leer el periódico y dar una vuelta por los alrededores de la zona. Se quedó estupefacto, atónito, desconcertado con lo que vio. El lunes día 29, por la noche, algunos descerebrados, sin entrañas, sin corazón, sin respeto alguno por los espacios públicos que tanto nos cuesta mantener, dejaron su sucia huella, en las paredes, con una nueva y dura agresión contra un bien que es de todos.

No creíamos que pudiera haber ningún ser humano capaz de semejante odio contra unas paredes -¿sólo odian las paredes?- que, ya limpias, eran el orgullo de la gente que amamos Aiete, Miramón y el juego de la pelota.

Hemos denunciado la agresión, esperamos que los autores se espanten de vergüenza.

Lo primero que se aprende en las clases de filosofía es a distinguir entre ideas y opiniones, entre doxa y episteme, entre apariencia y realidad.

Los ciudadanos de a pie, el común de la gente, las personas que tienen la cabeza para pensar, saben, sienten, que los creadores de imágenes de consumo material o político, viven y quieren hacernos vivir de las apariencias.

Los garabatos que ensucian el frontón no son imágenes que inviten a la libertad. La doble pareja de aficionados que disputaron los últimos partidos en el frontón limpio -personas que practican el juego de la pelota por placer y sin recibir dinero a cambio-, además de generosos, son pelotaris de gran talento. Y principales actores en su terreno, no se les puede expulsar de sus canchas.

El triángulo escaleno lo cierra el teatro-anfiteatro de Miramón

Este formidable recinto cultural, una vez construido y cedido a la gestión municipal, ha sido abandonado, como aquellos aeropuertos que se erigen sin aviones

Como paradigma de lo que sucede habitualmente en nuestra ciudad -y en otras- tuvo que ser la autónoma iniciativa ciudadana quien, precisamente en nuestro mes de septiembre, en magnífico concierto, interpretado con la generosidad, la magnífica voz coral y la calidad del Ochote Ozenki, recuperara este escenario para todos los habitantes de la comarca y que debe ser cumbre de la acción cultural dramática en nuestra ciudad de San Sebastián.

En aquella ocasión, el público asistente se quedó maravillado en el teatro-anfiteatro. Sin bafles, ni micrófonos, a capela, se disfrutaba de una sonoridad perfecta. La gente, repartida, a la manera clásica, en el imponente graderío, estaba extasiada durante el concierto, sentía una mezcla de admiración y fascinación. Era consciente de estar viviendo un momento único.

Nos hemos puesto en relación, por una parte, con los responsables de Donostia2016, festival de Jazz, y la Quincena Musical y, por otra, con el Coro Easo, y otros grupos corales e instrumentales, para que este espacio forme parte de la actividad cultural de la ciudad. Es un volumen de enorme potencia.

Lógicamente la gente organizada en torno a Lantxabe, a la organización vecinal, quiere aprovechar el impulso ciudadano y potenciar este espacio público: caserío, frontón, auditorio.

Llevamos años bregando con este propósito; se han ido promovido unas cuantas actuaciones concretas que tienen como objetivo impulsar al que podemos llamar espacio Katxola, en los planes de rehabilitar el Bosque de Miramón.

El espacio Katxola está destinado a garantizar la participación organizada de la vecindad en la vida del Bosque Urbano, incorporando criterios sociales, históricos y culturales al desarrollo futuro de este espacio público, haciendo del caserío Katxola su centro de interpretación.

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