Venimos advirtiendo que el Paseo de Aiete no es el circuito de Monza*

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¿Qué tienen en común el barrio de Aiete y el Circuito de Monza?

El de Monza es un circuito clave en la historia de la Fórmula 1. Ejemplo fantástico de circuito de alta velocidad, los viejos árboles del histórico parque de las afueras de Milán han sido testigos de algunas de las mejores carreras de todos los tiempos, pero también de algunos de los peores accidentes de este deporte. La lista de inolvidables victorias y terribles accidentes es muy larga, y se combinan para hacer del Autodromo Nazionale di Monza uno de los lugares más mágicos del calendario de la Fórmula 1.

Se comenzó a construír en 1922, y con un óvalo peraltado incorporado en su diseño su longitud era de nada menos que 10 kilómetros. El trazado sufrió múltiples variaciones, casi siempre en respuesta a trágicos accidentes que sucedieron, hasta que la Segunda Guerra Mundial provocó que se suspendieran los Grandes Premios hasta el año 48. Sin embargo no sería hasta cinco años después de la creación de la Fórmula 1, en 1955, cuando tras una reconstrucción que dejó su longitud en los actuales 5,7 kilómetros, comenzó a acoger la F1. Desde entonces, las modificaciones han sido múltiples, siempre para mejorar la seguridad. Ni falta hace decir que los tifosi italianos apoyando a su Scuderia Ferrari crean un ambiente impresionante.

En su configuración actual Monza sigue siendo un circuito rapidísimo, el más rápido del Mundial, y un desafío singular para pilotos y equipos. La velocidad media en una vuelta supera los 250 km/h, y en cuatro puntos diferentes se superan los 330km/h. Precisamente por la longitud de sus rectas, los monoplazas ruedan en el Autodromo con una configuración aerodinámica específica para este circuito, con tan poca carga aerodinámica como sea posible sin comprometer la estabilidad en las frenadas. El agarre se sacrifica para lograr una mayor velocidad en recta, y con tan poca carga, incluso los pilotos notan que el monoplaza acelera más que de costumbre.

Las largas rectas hacen que los motores estén sometidos a grandes esfuerzos debido a que más del 70% de la vuelta se recorre con el acelerador a fondo, y los frenos también tienen un enorme trabajo para detener el coche en las fortísimas frenadas. Otro punto importante son las suspensiones, ya que pasar por encima de los pianos en las chicanes y acelerar lo antes posible es importante a la hora de marcar un buen crono.

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