El “efecto mariposa” en la ciudad de San Sebastián

21Una aplicación particular del “Primer principio de la termodinámica”

De todos es sabido que en el barrio de Aiete se lleva años, casi 10, demandando un ambulatorio.

La razón es que en esa demarcación viven más de 16.000 personas (y creciendo). Las necesidades sanitarias de ese colectivo se vuelcan en otros dos ambulatorios de barrio: Amara y el Antiguo.

Osakidetza, organismo autónomo del Gobierno Vasco, comparte con Lantxabe (asociación de vecinos) la necesidad, la conveniencia, la oportunidad, de levantar, en Aiete, un centro de salud.

Sólo resta que el ayuntamiento facilite un local a Osakidetza

El compromiso de Osakidetza con Aiete es del año 2009. La puesta en marcha de este acuerdo entre el ayuntamiento y Lantxabe es de noviembre de 2011.

La fijación como primera prioridad barrial se da en cada cita colectiva con la alcaldía (las llamadas reuniones de participación ciudadana). El ayuntamiento maneja varias parcelas sobre las que levantar el ambulatorio; por su parte Lantxabe trabaja por lograr una que tenga el visto bueno de la autoridad sanitarias; el gobierno de Donostia informa, en un pleno municipal, que ha ofrecido 12 parcelas a Osakidetza; pero el hecho material necesario de entregar un solar, o superficie, dónde construir el edificio sanitario no se produce.

Este año el departamento de Darpón asigna 880.000 € para presupuesto de un centro de salud en Donostia.

La ideología que hay detrás de la crisis queda, una vez más,  desautorizada y fortalecido el criterio popular de que la llamada crisis es en realidad una estafa. No es problema de recursos, sino de voluntad política.

Si existe la necesidad del ambulatorio, si existe el acuerdo entre vecinos, ayuntamiento y organismo autónomo, la conclusión es la que sacó Lantxabe: tenemos ambulatorio en Aiete. ¡Pues no! Una vez más los que se dicen representantes de la ciudadanía no nos representan.

Pero cualquiera que tenga unas mínimas nociones de física, de ciencias sociales o, simplemente, tenga unos pocos años y algo de cabeza, sabe que la energía (ciudadana) no se crea, ni se destruye, sólo se trasforma (primer principio de la termodinámica). En esta ocasión la movilización social de la ciudadanía de Ayete ha tenido como resultado que la Parte Vieja tenga su ambulatorio, y lo tenga en un espacio público en el que siempre debió haber un equipamiento de esta naturaleza.

Con la instalación de un centro de salud en un lugar tan a propósito, se empiezan a corregir una cadena de errores y disparates, que habían convertido un centro simbólico de la ciudad en un monumento al feísmo, eso sí, de uso privado y, como queda demostrado, de escasa rentabilidad.

Esta interrelación de causa-efecto se da en todos los eventos de la vida. Un pequeño cambio puede generar grandes resultados o «el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede desatar una tormenta en Nueva York»

El aleteo de las alas de una mariposa en Ayete ha dejado sentir su efecto en la Parte Vieja de la ciudad.

Nos toca seguir atentos, a todos, para que se cumplan las teorías del matemático Edward Lorenz y tengamos un ambulatorio en la Parte Vieja (el año que viene tocará a los de Ayete).

Pero, ¡Ojo avizor! no vaya a ser que en vez de mariposas lo que esté aleteando sean perdices (como en Ayete)

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