Noticias sobre el “Bosque” de Miramón

1Tras medio año de tira y afloja, la Red de Parques Tecnológicos de Euskadi y el Gobierno Municipal de San Sebastián, con una ciudadanía expectante, entre perpleja e indignada, parece que han encontrado el hilo para deshacer la madeja, ninguneando, como casi siempre, a la vecindad.

Según la prensa, la solución ha venido de la venta de la parcela 8 del Parque Tecnológico a Miguel Imaz s a, por un valor de 2.011.700 €. La condición que pone la empresa adjudicataria para hacer efectivo el desembolso de estos más de 2 millones de euros es que, previamente, se construya una pasarela que uniría el paseo de Miramón (a la altura de las Juntas Generales de Gipuzkoa), lugar donde se sitúa la citada parcela 8, con el paseo de Mikeletegi, salvando la vaguada existente en la zona. El coste presupuestado de la pasarela es de 600.000 € (con un previsión de desvío por encima de 60.000 €); esta cantidad se descontará de los 2 millones de euros.

La operación urbanista necesita de un plan especial que, dice el periódico, se habrá aprobado el pasado 18 de julio por la Junta de Gobierno municipal.

El plan especial ha de contar con la opinión de los concejales electos y después someterse a exposición pública para ser aprobado, con lo que su ratificación definitiva definitiva deberá esperar a Octubre de este año.

No sabemos lo que se tardará en construir la pasarela. Se ha hablado de seis meses. Con estos plazos nos pondríamos en marzo, muy cerca de las elecciones municipales (mayo). (¿Servirá esta urgencia electoral para acortar plazos?)(¿Ha servido para forzar el acuerdo?).

El plan especial incluye además de la construcción de la pasarela, un aumento de la edificabilidad urbanista de esta parcela destinada usos terciarios (hotel y restaurante). Pasará de 2.800 m2 de techo a 5.100 m2. El edificio con forma de L, tendrá tres plantas, con posibilidad de habilitar hasta cuatro sótanos bajo superficie y 10 m de altura (el planeamiento anterior preveía una altura de 8 m).

El Basque Culinary Center ha mostrado un gran interés en esta operación -y está detrás de ella-, porque con el nuevo equipamiento verá resuelto el problema del alojamiento de sus estudiantes y de los investigadores ligados al centro. La pasarela facilitaría el acceso del BCC a la residencia-comedor.

Miguel Imaz s a gestionará el centro residencial y restaurante, ubicado en la primera planta del sótano, con un acceso imaginativo e independiente del resto del edificio. (El arquitecto es Angel de la Hoz). La explotación del edificio se hará en colaboración con el BCC, que tendrá prioridad en el uso de sus instalaciones.

En verano, con el BCC en vacaciones, el establecimiento se dedicará al negocio hotelero de la ciudad.

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