La mirada del búho que habita el “Bosque” de Miramón

111Esta mirada perpleja e indignada, es el efecto del acuerdo-farsa entre el ayuntamiento y la red de parque tecnológicos, para quienes viven en el Bosque.

Una vez los firmantes, que se deben a la gente que los ha elegido, que son servidores públicos, han hecho caso omiso, a que el de Miramón es un espacio muy querido por parte de los que viven en el Bosque y por los que lo visitan y recorren a diario.

Allí nos encontraremos con historias muy entrañables, como la del pelotari que con sus noventa y seis años sube siempre a la zona del auditorio o como Juan Pedro, que recorre el parque en compañía de sus dos perros una media de tres horas al día, bajando a las regatas y ocupándose en que no se encharquen los caminos.

Muchos vecinos de San Sebastián lo utilizan para pasear, con o sin el perro, para correr y hacer footing, para ir en bicicleta el fin de semana. El sentimiento de la mayor parte de las personas que “usan” el Bosque transmite una gran ilusión en este proyecto de rehabilitación

Disfrutan de los espacios naturales que ofrece la zona. Aquellos que practican algún deporte reivindican la creación de instalaciones apropiadas en el entorno Los ciudadanos que mejor conocen el Bosque suelen ser los vecinos de los barrios más cercanos, como Amara, Aiete, pero muchos vienen también desde la Parte Vieja y los pueblos vecinos, y disfrutan de los senderos que recorren y comunican las distintas zonas. Muchos confiesan que les gustaría conocer las partes más frondosas del bosque y las regatas y rincones que se esconden en su interior. Pero tanto los más asiduos como los visitantes esporádicos manifiestan una agradable sorpresa al descubrir el Bosque que se extiende más allá de los caminos asfaltados y los edificios singulares como el Anfiteatro, el Museo de la Ciencia o el Basque Culinary Center. Todos ellos se muestran maravillados de poder disfrutar de un entorno natural tan agreste a cinco minutos del centro de la ciudad.

En cuanto al tiempo de estancia, se establece una media de entre una y dos horas para la mayoría de las actividades.

Entre las deficiencias detectadas, se indica la falta de señalización, la ausencia de zonas de recreo, parques infantiles, instalaciones deportivas y otros elementos como bancos, fuentes, papeleras y puntos de encuentro con servicios wc, donde guarecerse en caso de lluvia. En otro orden de prioridades se reivindican más lugares para comer al aire libre, zonas para relajarse y meditar, una jardinería más cuidada y la utilización de espacios abandonados como el auditorio. Otras sugerencias hacen referencia a la promoción del conocimiento del propio parque entre los ciudadanos de Donostia, hacerlo más visible y más accesible

Todo ello está en el proyecto de Lur Paisajistak

Y no privatizarlo para el BCC, ni para el Parque Tecnológico, ni para ningún otro poder fáctico que parece es la apuesta del actual gobierno municipal

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