Algunas personas, vecinos de Aiete incluidas, piensan que el barrio es una ciudad dormitorio, quieren la tranquilidad que da el aislamiento, pero hoy las ciudades no se construyen sobre esa base. La tranquilidad no tiene que ser vulnerada, porque los diversos servicios de los que disponen las capitales modernas, sean accesibles para todos.

El ascensor Morlans/Paseo de Aiete está en todos los programas de los partidos con representación municipal; ha sido propuesto por la vecindad desde aquellos “presupuestos participativos” del 2007; rechazado por el gobierno anterior por no prioritario pero aprobado, con partida presupuestaria incluida, de un millón de euros, por el gobierno vasco anterior, del mismo color socialista, la víspera de las elecciones municipales; el PP ha venido proponieno, y el parlamento vasco ha aprobado, una partida de 60.000 euros para hecer el estudio de planificación; la misma partida aprobó el gobierno municipal en los presupuestos 2013, a inciativa de PP y PSE.

En Aiete, o próximos al barrio, tenemos dos ascensores, el del Antiguo y el de Hiru Damatxo, proyectados bastante más tarde.

En el parque de Miramón, para acceder de algún parkin a la zona de las torres de Arbide, tenemos tambén el ascensor que se reproduce en la foto.

El trasporte vertical es, pues, posible, y el ascensor de Morlans realmente necesario porque, entre otras cosas, une Aiete con toda la ciudad y a la ciudad con el barrio.

¿Puede la vecindad sondear al gobierno municipal y pedir explicaciones al gobierno de por qué no ha cumplido sus compromisos reiteradamente solicitados y asumidos?

En concreto:

¿Por qué el gobierno municipal ha suprimido de los presupuestos 2014 la partida habitual de estudio de la movilidad vertical en Donostia con una partida de 60.000 €?

Esta forma de proceder es lo que quita credibilidad a cualquier proceso participativo, les guste o no, a los que les gusta reunirnos en pequeños círculos de debate.

¿Necesita el ayuntamiento reunirnos en círculos para saber las propuestas vecinales que no se han cumplido y que son todavía válidas?

¿No es eso marear la perdiz? Esta actitud nos obliga a recordar aquellos desfiles de las centurias romanas -rodaje made in Hollywood- cuando el mismo séquito pasaba una y otra vez por delante de las cámaras para hacernos ver la multitud de las tropas conquistadoras.