La serpiente vasca de la corrupción

pnvUn ex diputado foral de Bizkaia ha cobrado de una empresa pública cerca de 210.000 euros en los últimos tres años sin ir a trabajar. Juan Cruz Nieves, quien fue diputado foral de Urbanismo y director gerente del Consorcio de Transportes de Bizkaia (la entidad que gestiona las obras del metro), está adscrito desde 2011 como adjunto a la gerencia de la sociedad Ibarzaharra, propiedad de los Gobiernos central, vasco, la Diputación y el Ayuntamiento de Sestao, creada para regenerar suelos industriales en este municipio. Es un hombre de confianza del diputado general José Luis Bilbao y ha ocupado otros cargos para el PNV como portavoz de este partido en las Juntas Generales de Bizkaia.

Cobra su nómina de cerca de 59.000 euros brutos anuales, a lo que se une un variable anual de otros casi 12.000, sin realizar ninguna actividad (ni siquiera externa), según la información recopilada por eldiarionorte.es. Pese a que cumplió 65 años en agosto de 2012 y podía abandonar ya este cargo acogiéndose a la jubilación, ha seguido en el puesto. La pensión máxima es de 35.762 euros brutos anuales, la mitad de lo que percibe ahora Nieves. El ex alto cargo no ha contestado a los requerimientos de este diario para ofrecer su versión.

En estos tres años (su contrato se aprobó en febrero de 2011), apenas ha acudido a una media docena de reuniones y nunca va a la sede de la sociedad Ibarzaharra, pero cobra mensualmente su nómina. La sociedad solo tiene otros dos empleados, un gerente y una administrativa, puesto que su labor es de tramitación urbanística para impulsar un área industrial en los terrenos que ubicaba la extinta fábrica Babcock Wilcox en Sestao.

La entrada de Nieves en la sociedad se produjo como fruto de un pacto político en 2011 entre el PNV y el PSE para buscar una salida al ex alto cargo ante lo que iba a ser su inminente jubilación. El ex alto cargo tuvo que abandonar  abruptamente, en junio de 2010, su anterior puesto de director gerente del Consorcio de Transportes de Bizkaia (financiado por el Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia) tras una trifulca con el Gobierno vasco, por su gestión sobre las cuentas de la entidad. Habían aflorado sorpresivamente 56 millones de euros de remanentes de tesorería cuando él mismo había pedido meses antes un endeudamiento de la entidad por 66 millones de euros para acometer las obras del metro. El Gobierno, en manos entonces del PSE, le acusó de ocultar que había ese dinero. Pero encontró rápidamente acomodo en la Diputación de Bizkaia como asesor del área de Acción Social, donde estuvo dos meses, y luego en el gabinete del diputado general, hasta su entrada en febrero de 2011 en la sociedad Ibarzaharra.

Ibarzaharra es una sociedad que se creó por el Gobierno central (a través de la sociedad  SEPI) el Ejecutivo vasco (la sociedad pública de suelos industriales Sprilur), la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Sestao. Los acuerdos se suelen adoptar por unanimidad o dos tercios, lo que, dada la variada composición, dificulta la toma de decisiones.

La irregular situación laboral del ex alto cargo ha creado malestar en el seno de los socios de la sociedad y en 2012, según las fuentes consultadas, el Gobierno vasco planteó resolverla, bien por el desarrollo normal de su trabajo y su asistencia al puesto o, en su caso, por el despido de Nieves. Pero la propuesta no salió adelante por el rechazo de las otras instituciones y todo ha seguido igual. Incluso se ha saltado el pacto entre nacionalistas y socialistas de que estuviera en el puesto hasta su jubilación.

Nieves fue miembro del Bizkai Buru Batzar y juntero por Bizkaia del PNV (donde llegó a ejercer de portavoz) durante más de 10 años hasta que fue nombrado diputado foral de Urbanismo entre 1999 y 2003 en el primer mandado de José Luis Bilbao y posteriormente accedió a la gerencia del Consorcio de Transportes del territorio.

Su predecesor tampoco iba al trabajo

Juan Cruz Nieves no es el único que ha protagonizado una situación de este tipo en la  sociedad pública Ibarzaharra. Entre abril de 2008 a septiembre de 2009, también como adjunto a la gerencia estuvo en el puesto, e igualmente sin ir a trabajar, otro destacado miembro del PNV: el ex director de Radio Euskadi y del diario Deia, Iñigo Camino, que cobraba 58.000 euros brutos anuales. En ese periodo, Camino ejerció el cargo de asesor del entonces presidente del PNV de Bizkaia y ahora de Euskadi, Andoni Ortuzar.

Camino tampoco aparecía por las oficinas de Ibarzaharra durante ese año y medio, en el que realizó tareas de asesor de comunicación de Ortuzar y fue coordinador del foro de reflexión del PNV Think Gaur Euskadi 2020, que diseñó la ideología de los peneuvistas para esta década.  El contrato que tenía con Ibarzaharra establecía un régimen de exclusividad. El ex director de Deia trabaja ahora como asesor del PNV en las Juntas Generales del territorio.

La sociedad Ibarzaharra intenta promover un área industrial en lo que fue Babcock Wilcox, una empresa que fue emblemática en la Margen Izquierda, pero el proyecto lleva paralizado los últimos tres años. No se ha acometido ninguna obra y la labor se ha centrado en la tramitación urbanística y la gestión comercial.

2 comentarios en “La serpiente vasca de la corrupción

  1. Arregi

    Probablemente, lo gordo de la corrupción en Euskadi todavía no ha aparecido. Los políticos son humanos como todos los demás y la honestidad se demuestra cuando se llega al poder y aparece la posibilidad de poner el cazo. Algunos incluso ponen el cazo antes. Lo que hace falta es que la Justicia los cace y los lleve a la cárcel. Cuando empezaron a saltar los casos de corrupción yo pregunté a qué venía tanto escándalo entre la ciudadanía cuando la primera pregunta que hace la población es ¿con IVA o sin IVA? Eso es corrupción, fraude fiscal. Hace poco ha salido una encuesta que indicaba que el 60% de las descargas en internet son ilegales en España. ¿Quiénes hacen esas descargas, los políticos? Lo que no se puede es que solo una parte del sistema está podrida, en referencia a los políticos. Las demás partes del sistema también participan de esa podredumbre. Pasar a otra cultura costará mucho, sobre todo, sobre todo si no diagnosticamos bien nuestros males. Los políticos no son los únicos culpables. Es preciso que todos y cada uno de nosotros haga su propio examen de conciencia. De lo contrario, no transformaremos la cultura en ningún momento.

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