Al caserío Katxola van llegando los paneles con las propuestas para la nueva plaza de Munto. El 11 de septiembre la exposición se traslada a la casa de cultura  de Aiete.

Son propuestas prácticas y de gran belleza, que podemos ver, contemplar, examinar y acompañar de críticas en el caserío.

No nos hemos preocupado demasiado por la cantidad de personas que han participado en este proceso pero ha habido alrededor de 100 propuestas y, sobre todo, se han establecido cantidad de buenas conversaciones, especialmente en Munto Berri, y más allá, en el barrio y en la ciudad. Participar es un acto voluntario y mucha gente ha apoyado de buen grado esta iniciativa. Ahora le toca “mover ficha” al gobierno municipal.

Es tiempo de respeto a la colaboración, la participación, la decisión, el dinamismo, la imaginación, las ideas, los proyectos de la ciudadanía, no el de la obediencia ciega, ni siquiera tuerta. Los participantes lo han hecho a título individual pero el  proyecto  de plaza pública en Munto es colectivo.

Los ciudadanos adultos merecen ser tratados como tales. No necesitan un trato paternal, ni maternal Quieren  libertad y responsabilidad. Tomar en sus manos los asuntos que les atañen, equivocarse  ellos mismos. La participación implica respeto por los participantes. Y esto debe asumirlo el equipo municipal que una y otra vez proclama la participación ciudadana como eje de su política municipal. Se comprometió públicamente con este proyecto, ahora hay que poner manos a la obra.