Los “por qués” de Landekin para su Munto Plaza Berria

LANDAKINEl proyecto surge como respuesta a la pérdida de patrimonio histórico causada por una elevada presión urbanística. Tratando de conservar los restos del caserío aún existentes, fiel reflejo del marcado peso del mismo en el imaginario colectivo, y sin alterarlos más de lo que ya están, hemos reinterpretado tanto los antiguos volúmenes del edificio como su distribución interna.

Mediante materiales, limpios, orgánicos y vivos, definimos un MUNTO que recuerda el Munto original, manteniendo claro el pasado y las realidades que nos han llevado a la situación actual, pero con un presente en crecimiento, evolutivo.

Si las piedras hablaran nos contarían mil y una historias labradas sobre las de Munto. Durante la guerra carlista albergó como hospital de campaña a los heridos de la batalla de Oriamendi. Llegó la gran Depresión del 29, pero la alegría de vivir de los aborígenes vació dos kupelas de ocho mil litros en quince días. Sí, por aquí pasaron reyes y príncipes, pero los verdaderos monarcas del lugar fueron los donostiarras que hicieron de este paraje un santuario donde el pasado seguía siendo presente.…” ALVARO BERMEJO. Diario Vasco.

La zona vegetada con césped, toda la parte anexa al antiguo caserío Munto y las islas de jardín que quedan tras los edificios existentes, llevará una plantación de una selección de jacintos, narcisos y tulipanes distribuidos en los taludes de contención de nuestros elementos orográficos, aportando así un carácter estacional y dinámico que ayudará a dar un ritmo a la plaza. Sus colores y distintas formas aportarán viveza a un conjunto intencionalmente monocromático.

En las vertientes en las que los muros ya no existen, dos hileras de chopos en crecimiento hacen las veces de fachadas Suroeste y Noroeste; reproduciendo, mediante poda, la cumbrera y la caída del tejado a dos aguas del caserío original. En estado adulto, generarán el volumen externo, la caja del caserío, pero de manera permeable al paso y a las visuales. Una caja de carácter poético que apoya el proceso reflexivo. Distintas plataformas a cotas diferentes, reinterpretan, a su vez, las estancias originarias del caserío, las cuales se destinaban a usos adecuados a su volumen. En función del tamaño, altura y posición de las plataformas, hemos definido un gradiente de uso y espacios que va de lo más privado, más interno, a lo más público, más abierto. Creando espacios para la reflexión frente a espacios para compartir.

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