Entendemos que se debería condicionar la autorización de los trabajos a tener el proyecto (o, al menos, un estudio previo) de las condiciones en que quedará el espacio resultante. Y que este proyecto (o estudio) debería estar consensuado entre el Ayuntamiento, la propiedad y la representantes de los vecinos (Lantxabe)

Piden salvar partes constructivas del caserío Munto para la futura plaza

La asociación lantxabe dice que históricamente el ayuntamiento «ha ninguneado» a los vecinos del barrio

c.a.- Sábado, 9 de Febrero de 2013 Noticias de Gipuzkoa

La asociación de vecinos de Aiete, Lantxabe, ha propuesto al Ayuntamiento que, si el destino final del caserío Munto es la demolición, como todo parece apuntar, «se tomen precauciones para salvar las partes de la construcción, bien en piedra, bien en madera, más importantes del caserío«. De este modo, según la asociación vecinal, los restos del histórico inmueble permanecerán como referencia simbólica en la futura plaza prevista en el lugar en el que se asienta el edificio, ahora en ruinas.

Por ello, Lantxabe pide que los arquitectos encargados de tirar el caserío estén en contacto con los responsables de llevar a cabo la nueva plaza, así como con artistas y urbanistas, «para que el conjunto final sea útil y bello».

Por otra parte, la asociación vecinal lamenta la «sentencia de muerte de Munto» y asegura que se dictó con el planeamiento parcial de la zona, que dejó subordinada la histórica construcción. «Echamos en falta la interlocución entre el Ayuntamiento y Lantxabe para abordar este asunto. Lo que llaman participación ciudadana no debe confundirse con manipulación ciudadana o paternalismo ciudadano, o subordinación ciudadana», dice Lantxabe, que agrega que «Munto ha quedado en este estado de ruina por haber ninguneado» a las personas que habitan el barrio y que llevan años reclamando una solución para que este inmueble se mantenga en pie.

Según la lectura de la asociación vecinal, la protección de grado 2 que poseía el caserío no facilitó su regeneración por parte de los primeros propietarios porque, además, el Ayuntamiento rechazó sus planes para crear viviendas.

Recientemente, el Gobierno local informó a los vecinos de que no tenía apoyos para gastar un millón de euros en el caserío, como había previsto, y anunció su probable demolición para evitar peligros.