Aº Machado, Mª Jesús, Angel, Fernando, Lola: primavera en Aiete

«La primavera ha venido.
Nadie sabe cómo ha sido.
La primavera ha venido.
¡Aleluyas blancas
de los zarzales floridos!».
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«Tú y yo, silenciosamente,
trabajamos , compañera,
en esta noche de marzo,
hilo a hilo, letra a letra
¡con cuánto amor! mientras duerme
el campo de primavera».
«La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil…».

5 comentarios en “Aº Machado, Mª Jesús, Angel, Fernando, Lola: primavera en Aiete

  1. Asun

    La juventud no vivida en la primavera de la vida, puede ser muy placentera en el otoño e incluso en el invierno, cuando creemos que el corazón se heló de tanto frío, puede llegar alguien que nos haga renacer a un nuevo día. Hermoso poema de Machado.

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  2. La luz del amanecer

    Acepto sin rechistar la fecha del día: 21 de Marzo, inauguración oficial de la primavera en este año de mi vida que, ciertamente, será irrepetible. Hoy la noche y el día tendrán la misma duración en todo el hemisferio, ni un minuto más, ni un minuto menos, la luz y su ausencia en perfecto equilibrio, me brindarán la oportunidad que tres meses enteros he estado esperando, para poder situarme en el fiel de la balanza, absolutamente serena, erguida, estable.

    Y quiero compartirlo contigo. Sí, contigo. ¿Por qué no? ¿Acaso no tenemos tantas fechas impuestas ante las que nos rebelamos fieramente porque sabemos que son espurias, exentas de esa luz y belleza que tanto deseamos?

    El equinoccio de primavera no vende nada; yo tampoco vendo nada. Tan sólo celebro.

    Empiezo el día con el germen de todas mis sonrisas en los ojos. La luz del amanecer la hago mía, sí, es mía y tan sólo mía. Cierro y abro mis párpados aprehendiendo la intensidad del reflejo solar. Ahora mismo, en cualquier momento, aunque ya haya sonado el ángelus de Millet, aunque el aroma del café sea únicamente un recuerdo, aunque estés entre la sombra, detente un instante, cierra los ojos y vuelve a abrirlos y en ese instante sencillo, íntimo y eterno, siente que la primavera está naciendo sólo para ti.

    ¿Por qué no?

    Y celébrala, sal a su encuentro vestida de esperanza, deja atrás las cadenas que te atan al oscuro invierno; de un tirón certero desembarázate de las rémoras que vinieron del frío y que han sobrevivido gracias al aliento que tú les diste, no se lo regales más, ahora cambia el viento, las semillas de la nueva ilusión deben volar y encontrar su refugio en cualquier regazo inesperado, la vida se inventa a partir de hoy con su propia poesía… !No la dejes escapar!

    Si crees que no tienes amor, mira tan sólo unos instantes dentro de ti y despiértalo de su letargo.

    Si piensas que estás sola, abarca con tus brazos el contorno de tu corazón y siente que sigue latiendo.

    Si sientes dolor en lo profundo, abre la ventana y abraza a todo el mundo que sufre por no tener todo lo que tú tienes.

    Si esperas que la vida llegue a ti, cálzate las botas de siete leguas y sal a su encuentro para que pueda reconocerte.

    Si no te llega el calor del sol, espera. Las nubes siempre acaban dejándose mecer por el viento.

    Pero sobre todo, prométete a ti misma que vas a ser un poco más feliz.

    Para que este equinoccio de primavera sea igual de bello para ti como para mí.

    (Dedicado a mis mujeres amigas que quieren luchar y a mis amigos hombres que están luchando).

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