Desde pequeña ha tenido que lidiar con la pobreza de su país.

La etíope Tirhas Gebre, afincada en el barrio donostiarra de Aiete, vencedora de la última Behobia.

La vida de Tirhas Gebre Aunoon no ha sido fácil. Desde pequeña ha tenido que lidiar con la pobreza de su país. Nació hace 21 años en Bukro (Etiopía), en el seno de una familia numerosa compuesta por ocho hermanos. Tirhas descubre el potencial que tiene en sus piernas y decide utilizarlo como modo de viva. Desde septiembre reside en el barrio de Aiete junto a su pareja, el donostiarra de 26 años Aitzol Urruzola. La gacela de Bukro quiere dedicarse de forma profesional al atletismo y mañana en el Cross de Reyes se podrá disfrutar con su potente zancada.

– ¿Le ha dado tiempo a adaptarse a las condiciones meteorológicas y a las costumbres de Gipuzkoa?

– Todavía estoy en ello. Sobre todo me resulta muy diferente correr sin altitud, a nivel del mar. En Bukro lo hacía a dos mil metros. También he notado forzar en los entrenamientos. Allí iba acompañada de compañeros, chicos y chicas muy fuertes. Aquí me he visto en la obligación de rodar sola hasta que he conocido a Ricardo Jiménez al que estoy muy agradecida por la oportunidad que me ha dado de planificar los entrenamientos. Me ha puesto en contacto con chicos que me ayudan muchísimo. Voy a Anoeta dos veces por semana a hacer series. Otro día nos reúne en el Palacio de Aiete. Está muy bien ya que la vuelta está medida (950m) y eso nos permite controlar el tiempo.

– ¿Añora su país?

– Me encuentro muy feliz en San Sebastián. Estoy recibiendo de mucha gente cariño y solidaridad pero claro se echa a padres y hermanos. Procuro hablar con ellos dos veces por semana. Sobre todo me acuerdo de mi hermano pequeño Tomasgan. Con sólo cuatro años ha sufrido un accidente espantoso. Una vaca le perforó el ojo con el cuerno, sacándoselo de cuajo. El año pasado, cuando vine, todo el dinero que junté lo destiné a costear la reconstrucción de su ojo. Ahora necesita unas pruebas para valorar si el nervio óptico está dañado. En función del resultado se le podría realizar un trasplante de córnea. Por eso mi principal misión es recaudar todo lo necesario para Tomasgan.

– Quiere quedarse a vivir en Donostia. ¿Cómo van los trámites?

– Formo una pareja de hecho con Aitzol. Hemos tramitado los papeles y estamos a la espera del permiso de residencia. Quiero dedicarme en serio al atletismo y tengo entre ceja y ceja los Juegos de Londres. Me gustaría ser seleccionada para los 10.000. De momento he fichado por el Santutxu, que me suministra el material deportivo y obtengo una pequeña compensación económica. Lo que prima son los objetivos.

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