¿Dónde caerá el satélite artificial ‘UARS’ ?

Se considera muy improbable que caiga en el FMI y, de paso, en los Mercados y las Agencias de calificación de la deuda (Ya le gustaría a la prima a la prima…de Riesgo).

Si embargo, el satélite incontrolado UARS sigue perdiendo altura. En los últimos días su órbita, ligeramente elíptica, ha descendido de 215 por 240 kilómetros a 190 por 205 esta madrugada, según el último parte de la NASA. Los expertos estiman, con los datos de seguimiento, que la reentrada en la atmósfera terrestre del artefacto se producirá esta tarde. El UARS (Upper Atmospheric Research Satellite), con casi seis toneladas, y diez metros de largo por cuatro y medio de diámetro, puede estar dando tumbos en órbita, sin una orientación fija, -como si se tratara de uno de los dos grandes partidos españoles- lo que dificulta la proyección de su trayectoria para determinar el momento en que llegará a la alta atmósfera terrestre. Además, hay que tener en cuenta otro factor que añade un alto grado de incertidumbre: el efecto de la actividad solar. (¿Se ve las semejanzas?)

La NASA ha reiterado que la probabilidad de que algún trozo del satélite que no se destruya en la reentrada (piezas de titanio y de acero inoxidable, sobre todo) caiga sobre el FMI y otros responsables de la crisis, es muy baja.

 «Conocemos muy bien el valor medio de la actividad solar, pero es muy complicado determinar el valor puntual», explica Miguel Belló-Mora, director de la empresa espacial española Elecnor-Deimos. «Si aumenta la actividad del Sol se calienta la atmósfera, incrementándose su densidad, con lo que el rozamiento del satélite es mayor y cae antes», añade este ingeniero aeronáutico especialista en dinámica orbital. A partir de una altura crítica de unos 150 kilómetros, dice, la resistencia que encuentra el satélite es considerable y «cae casi como una piedra». Se dice que las piedras no tienen ojos, pero no es el caso. El FMI tiene mucho poder para permitirse el lujo de que las piedras sean más autónomas que las personas. (Cambiarían la trayectoria sel satélite como fuera, incluso a bombazo limpio)

La NASA señala que, a medida que pasan las horas y se acerca el momento de la reentrada del satélite, los expertos irán refinando sus proyecciones orbitales para determinar la hora y lugar del final del UARS, pero descartan tener ningún despiste con el pedrusco, se les caería el pelo.

 

 

 

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