Hermosos final del ciclo de literatura y cine 2011 ¡Viva el ciclo 2012!

Este fin de semana, mediados de junio 2011, ha finalizado el ciclo de Literatura y Cine, que ha tenido lugar en la Casa de Cultura de Aiete.

 Era el quinto ciclo. (42 novelas u obras de teatro, 42 películas, 15 conferencias sobre arte, cinco viajes para disfrutar in situ de lo escuchado, leído y visto, en las películas). Autores entrañables, novelas profundas, películas divertidas, conferencias amenas, viajes emocionantes, de todo esto hemos disfrutado. Todos los meses, excepto los del verano –reservados para el viaje. Un ciclo además itinerante: en el viejo Topaleku primero, en Katxola después, y cuando restauran el Topaleku, volvimos a su sede y ahora, desde principios de año, en la nueva Casa de Cultura de Aiete. Todos estos lugares los hemos hecho propios, en todos nos hemos instalado a gusto y estado en tertulias, películas, conferencias, viajes, con un montón de buenos amigos, amistad hecha al calor de la acción, de la actividad.

 Probablemente el próximo curso contaremos con un nuevo ciclo; seguro que ofrecerá interesantes novedades y también que nuevos componentes se sumarán a los actuales ¿Cuántos cientos de personas –bastantes más de mil, si hablamos con propiedad- han participado en estas actividades?

 Esperamos que esta experiencia de colaboración entre personas que participan y artífices que la desarrollan esté a la altura de  las expectativas creadas.

 Lo seguro es que lo último que vimos, el broche del ciclo, fue verdaderamente de oro.

La tertulia es en castellano, pero respiramos el francés de Colette, su honda filosofía de la vida y los rincones de su bella poesía. El Viaggio in Italia, fue la mejor preparación que se pueda imaginar para el viaje al sur de Italia -Nápoles, Pompeya, Herculano, Capri, Costa amalfitana…- que tenemos organizado (Sólo para 55  personas más Miguel, el chófer, pena que no haya autobuses de 100 plazas). Al acabar la película nos quedamos clavados en los asientos. Sólo el buen hacer de Juan y Fernando nos sacaron de la hermosa perplejidad, para el coloquio. 

Mientras tanto los organizadores se encargaban de que una sabrosas pizzas llegaran al salón de actos y reservar para final los dichos y los hechos Mens sana in corpore sano.

 

(Ver testimonio  fotográfico)

Deja un comentario