TRAS QUE PASEN CINCO AÑOS ¿Habrá más accidentes?

 El 16 de Marzo de 2006 se reunió la Comisión de Movilidad del barrio con los técnicos del ayuntamiento. Los vecinos de Ayete reclamaban formar parte de la ciudad del peatón: aceras adecuadas, pàsos de peatones, rotondas limpias y eficaces y amansamiento del tráfico en general.

 Y en particular  mejorar la seguridad vial en el eje del barrio, el  PASEO DE AYETE.

 En esta página web, en la entrada “Las inercias y las rutinas ponen en peligro la seguridad”, del pasado 1 de diciembre,  recordábamos sus obligaciones al ayuntamiento y nos pusimos en contacto con los responsables de movilidad.

Recordamos que se elevó el paso de peatones a la altura de la entrada de los jardines del palacio de Ayete.con la intención era amansar el tráfico en el paseoy frenar la velocidad hasta 30 km hora, ahora una obligación legal. Y se afirma que en la actualidad dicha elevación ha ido reduciéndose y menos mal al semáforo, porque de otra forma el Paseo volvería a ser la carretera de Hernani que tanto gusta a los que no viven en el barrio.

De hecho circular en esa delicada zona a una velocidad mayor de 30 por hora permite que en la recta del Paseo, entre la Parroquia y la Cumbre, los coches incrementan más su velocidad con las consecuencias denunciadas: un accidente el 1 de marzo (Y esa advertencia la venimios

Desde la  Parroquia a la primera entrada de los jardines viniendo de Munto se optó por poner una valla que obligaba a los peatones a dar una vuelta mayor pero se incrementaba la seguridad. Con las obras de la Casa de Cultura se impidió la  entrada por ese acceso. La valla entorpecía la obra y se cortó. Ahí sigue cortada y no hay manera de que la restauren.

Por último advertimos que desde Munto de nuevo volvía a dispararse la velocidad por el paseo de Ayete hasta la cumbre; y que la solución a estos problemas seguía pendiente.

En concreto el paso de cebra ubicado en el cruce del paseo Aiete con Pío Baroja entraña una peligrosidad evidente al estar colocado junto al pretil del convento de las Hijas de la Caridad, lo que anula la necesaria visibilidad peatón-conductor.

 El cruce se encuentra a la altura del número 26 del paseo de Aiete, una zona bajo la cual cruza en perpendicular el paseo Pío Baroja en dirección a Melodi. El paso de peatones está colocado en mitad de una recta por donde los vehículos circulan a bastante velocidad, habitualmente muy superior a los límites de 30 km/h y 50 km/h que tienen uno y otro sentido de circulación. Pero es que además este lugar presenta otras características que lo hacen especialmente peligroso. Por un lado, se ubica junto a las escaleras de bajada/subida hacia Pío Barojay el cruce se haya junto al extremo del convento de las Hijas de la Caridad, un edificio que tiene un pretil de la altura de una persona, que estrecha la acera del paseo de Aiete hasta dejarla en un metro escaso y, sobre todo, que perjudica mucho la visibilidad de los conductores y de los peatones en este punto.

De la misma manera, un conductor de coche, moto o autobús puede confiarse en que no hay viandantes para cruzar por el paso de cebra, porque no se ven, y porque no van a 30 que es su obligación. El peatón ve un paso de cebra y al vehículo no tiene tiempo de frenar.

Hace 10 días se registró un atropello en este punto. ¡Lo advertimos!

Es un punto peligroso por la velocidad a la que circulan los conductores. La zona es una recta en cuesta hacia abajo desde la Cumbre que luego vuelve a subir para dirigirse hacia el Palacio de Aiete y vicibersa. En un sentido (hacia el palacio) hay que circular a 30 km/h, según exige una señal colocado en la Cumbre, y en sentido hacia el centro de la ciudad hay que circular a 50 km/h. Ni en un sentido ni en otro los conductores respetan estos límites de velocidad.

Un comentario en “TRAS QUE PASEN CINCO AÑOS ¿Habrá más accidentes?

  1. ‘preciosas rocas decorativas’

    El lunes pasado tuve el gran disgusto cuando me comí una de las ‘preciosas rocas decorativas’ de la rotonda de Lugaritz. No pude esquivarla y directamente me fui al suelo. Desde aquí pido al Ayuntamiento que se deje de tonterías y quite para siempre estas rocas que ponen en peligro la vida de todos los motoristas que todos los días circulamos por esta carretera. Hay elementos decorativos menos peligrosos como las flores, árboles, fuentes, etc. Me da igual el qué, pero no piedras que se desplazan hasta la carretera, y que como no se quiten ya, dentro de poco van a provocar un gran disgusto en Donostia

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