CRECE AIETE: Puio, Pagola, Munto…

Pisos para jóvenes en Araoz

Etxegintza sorteará 428 viviendas protegidas a finales de marzo

El 15 de febrero es el plazo límite para apuntarse en las listas separadas de VPO, tasadas y apartamentos. Los pisos se encuentran en diferentes fases de construcción en Illarra, Morlans, Puio, Pagola, Riberas de Loiola y Munto

Los pisos, entre otros: 126 VPO en venta en Morlans; 60 VPO de alquiler y 38 tasadas en Puio Lanberri; 79 VPO en venta en Pagola; y 56 apartamentos para jóvenes en Villa Araoz (Munto). Todas están en construcción.

Plazos: El 15 de febrero es la fecha límite para inscribirse en las listas de VPO, de tasadas y de apartamentos. Se publicarán las listas provisionales, se abrirá un plazo de alegaciones, se publicarán las listas definitivas, y a finales de marzo se realizará en sorteo.

Condiciones económicas: Los solicitantes deben tener unos ingresos de entre 3.000 y 35.000 euros para el alquiler; de entre 9.000 y 35.000 euros para la compra de VPO y de entre 12.000 y 45.000 euros para las tasadas..

Para acceder a estas promociones hay que reunir alguna de estas condiciones: residir en la ciudad tres de los últimos cinco años -pisos en venta- o un año -alquiler-; haber trabajado durante los últimos 10 años en San Sebastián; o trabajar los últimos tres años y estar empadronado cinco años de los últimos quince.

Los 56 apartamentos para jóvenes de Villa Araoz -junto al vial Amara-Errotaburu, a la altura del campo de rugby del Atlético San Sebastián- están en su fase final de edificación. Los jóvenes deben tener entre 18 y 31 años (sin cumplir) y acreditar unos ingresos entre 3.000 y 35.000 euros para entrar en el sorteo

3 comentarios en “CRECE AIETE: Puio, Pagola, Munto…

  1. TRABAJAR!

    A mi me da igual VPO, alquiler o comprar piso, yo lo que quiero es TRABAJAR!!! …Tener un sueldo digno que me dé para pagar un alquiler o una hipoteca y que me sobre por lo menos para tomarme un café y fumarme un cigarro en una terraza.

    Si hubieran metido caña en su día a promotoras e inmobiliarias poniendo un tope en el precio de la vivienda y del suelo, en vez de dar licencias de construcción y urbanísticas, para hacer hileras de villas adosadas, otro gallo cantaría.

    Ah y si no eres amigo o afín al «régimen» búscate un parque, una arco de puente o cómprate una tienda de campaña de esas que se montan en 3 segundos. O hazte una chabola con los cartones de los muebles de Ikea que tirarán los que recalan en las viviendas de VPO, unas por sorteo legal y otras por «dedo sorteo»

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  2. ¿qué es un piso vacío?

    Sacar al mercado viviendas vacías ha sido un objetivo compartido por las instituciones durante años. Ha sido retomada ahora por el Gobierno Vasco, afanado en que cualquier ciudadano pueda reclamar un derecho fundamental como es la vivienda. La idea parece audaz, pero se vuelve a encontrar con el mismo obstáculo pétreo de siempre: ¿qué es un piso vacío? Hay gente que quiere vender una casa y no se la compran, como hay ciudadanos a los que le bastaría subir el precio de forma desorbitada si no les interesara deshacerse de ese bien inmobiliario que no usan. Otros lo compraron para que los niños vinieran a estudiar y, de paso, veranear, (qué verbo tan donostiarra), en San Sebastián, pero los chavales se hicieron mayores y ellos también y lo usan poco, muy poco. Para algunos fue una inversión considerada segura, otros solo pueden pagarlo si se van a vivir con sus padres porque la fuente principal de ingresos se largó con su jefe o con su secretaria. Basta la colaboración de una vecina que abra un buen rato el agua y encienda la luz para justificar recibos de utilización de estos servicios. ¿De qué se habla entonces? Sin recurrir a una picaresca excesiva, hay miles de argumentos, muchos de ellos legales, que no podrían abrir la propiedad privada a la expropiación pública. Puede que haya soluciones, pero, no las han encontrado

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  3. Eli

    ¿A qué están esperando para abrir al público la nueva plaza de Puio-Lanberri? Hace semanas que está terminada y resulta que no dejan a los niños ni pasar para ir al «cole». La verdad es que no lo entiendo, con lo que hemos tenido que aguantar los vecinos, tras dos años de obras

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