DOS LOBIS: HOSTELERIA Y TAXIS

En San Sebastián tenemos dos lobis. Uno es el de algunos hosteleros que mandan mucho y todo les está permitido. El otro lobi es el de los taxistas. Los dos colectivos tienen la virtud de revolver las aguas donostiarras. Los primeros, en prensa, a base de denuncia y tente tieso (y las autoridades municipales a contemporizar), mientras que los segundos maniobran más en penumbra, pero ambos tienen asegurada la complicidad municipal.

 Por ejemplo, a la chita callando, ha pasado casi de largo la noticia de que la tarifa nocturna de los taxis en fin de semana subirá un 3,5%. Si el precio debe ser proporcional a la calidad del producto, como usuaria, reclamo varias mejoras a cambio de ese plus.

 1) Que solucionen el problema de las paradas fantasma como la del ambulatorio de Gros en la que es más fácil encontrarse a doña Letizia saliendo de la Casa de Cultura de Oquendo que ver uno de esos coches blancos que se llaman ¿taxis?

 2) Que alguien explique a los conductores el concepto de carrera, ‘taxísticamente’ hablando. En mis dos últimas experiencias llegué a pensar que la calle Miracruz era la parrilla de la Fórmula 1. Viajar en el asiento trasero da otra perspectiva de las cosas pero cuando la aguja pasa de los 90 km/h llegas hasta a echar de menos al multacar (algunas personas de Ayete repetirían el comentario cambiando Miracruz por Paseo de Ayete o ambulatorio de Gros por Izaburu Kalea)

 3) Que pasen una encuesta de satisfacción a todos los clientes para comprobar los puntos fuertes y débiles del servicio.

 (De paso se podía extender la encuesta de calidad y responsabilidad al sector hostelero).

 Sobre un artículo de ARANTZA ALDAZ | DV

8 comentarios en “DOS LOBIS: HOSTELERIA Y TAXIS

  1. DISCONFORMIDAD

    CUANDO EL GREMIO DE HOSTELERÍA PROTESTA ES POR ALGO. Sin ir más lejos ¿Cuántos bares se abren en Ayete? Al contrario, si los hosteleros estuviéramos forrados, no tendríamos que cerrar muchos bares como están cerrando en estos momentos. Porque hoy en dia es muy carro mantener un negocio de este estilo, ya que tenemos unos impuestos muy elevados y unas rentas muy grandes especto a otros lugares.

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  2. sin taxi

    intenté coger un taxi el martes de madrugada y después de más de dos horas esperando en la parada y, asombrada de que la gente de la cola viera eso como algo normal, fui al tren, donde presencié momentos de tensión entre la multitud de personas que no sé cuánto tiempo estarían esperando para volver a sus casas. Veo todo esto injustificado. Que una capital que se considera europea admita que sus ciudades estén totalmente aisladas por tren o taxi durante toda la noche, no me parece de recibo

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  3. PIDO RESPONSABILIDADES

    Mónica Etxaniz, de Aiete. Estaba a las siete de la mañana en el Cotillón del Palacio del Hielo ‘Txuri Urdin’. Avisaron de que había que recoger las pertenencias. Me puese en la cola, empujones, gente por el suelo; llegaron los ertzainas que acudieron al aviso de los tumultos y desalojaron a la gente y no coneguí recoger ni mi abrigo, ni mi volso. Fue horroroso. Salí por las puertas de emergencia que estaban abiertas y ya no hacía 15 grados, como al entrar, sino bastante frío. Estaba en vestido de tirantes, como muchas otras, y tuvimos esperar en estas primeras horas del día aunque las ambulancias trajeron algunas mantas. Vino a buscarme mi aita. Pero mucha gente estuvo hasta las 10.00 horas. Yo volví a la tarde al Palacio del Hielo pero me habían robado o desaparecido el iPhone: Me enteré que alguna gente entró al guardarropa y, al parecer, se hicieron con más de lo debido.
    No hay excusa que valga, pido responsabilides.

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  4. ¿Se cumplieron las normas de seguridad?.

    Unos tres mil jóvenes donostiarras tras comprar su entrada se dirigen a celebrar, el fin de año al Txuri y al llegar se encuentran unos accesos inadecuados (rampas metálicas) que producen varias caídas; una sola barra de bar con colas interminables, daba igual lo que hubiesen pagado; un guardarropa que al margen de la entrada te cobran etcétera, etcétera. Todo esto son tonterías, si pensamos que si no es gracias a la actuación de la Guardia Municipal y la Ertzaintza se hubiese producido una tragedia. Cuando nuestros hijos e hijas se hallaban intentado recoger sus efectos del guardarropa sobre las seis horas de la mañana antes de la finalización del cotillón y ante la falta de previsión por parte de la organización y la nula capacidad de los empleados de seguridad se produce una avalancha atrapando a jóvenes, cayendo estos al suelo, siendo varios pisados, con grave riesgo de quedar aprisionados contra las vallas metálicas fijas que se hallan en el guardarropa. Ante este caos chicas gritando, llorando. Y una imagen de jóvenes que asustados no se explican lo que pasa.
    La rápida intervención de la policía con el desalojo evitó una desgracia. Ahora llega la hora de las responsabilidades ¿se cumplieron las normas de seguridad para estos eventos?.

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  5. Habrá follón a la salida, en el ropero

    Mi hijo pidió ir al cotillón del Txuri en cuadrilla. Antes del 31 había casi 3.000 entradas vendidas y le comenté lo arriesgado de desalojar tanta gente en un recinto con accesos no amplios. Me respondió: ‘Habrá follón a la salida, en el ropero’. Así fue: follón y casi tragedia. Sorprende que un chaval lo prevea y ningún responsable autonómico-foral-municipal y sus docenas de colaboradores se den por enterados; ‘todo legal’, insisten. También debe ser legal cobrar entre 175.000-200.000 de euros anticipados por unas consumiciones para las que luego apenas hay barra… De hecho, esa es ya una tradición de cotillón comercial. ¿Sacarán conclusiones los responsables públicos? Porque las del organizador son harto irresponsables, es desde luego, un monumento a la desfachatez del mundo en que vivimos afirmar, como hacen ellos: ‘Esto nos ayudará a crecer porque el que no se equivoca no prospera’

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  6. EXPLOTANDO EL HALO DE BONDAD

    La Ley del Tabaco ha llegado a Donostia amparada en tal halo de bondad que hasta los fumadores, esos apestados que se agrupan ahora a la puerta de los bares, la han acogido con cariño. Y con resignación. Ni siquiera los vecinos que viven encima de establecimientos hosteleros han protestado, porque, al parecer, quien sale con el cigarrillo a la calle después de una comida, lo hace tan en silencio y con tanta conciencia cívica de estar haciendo lo correcto que ni tan siquiera se atreve a pronunciar palabra.

    Y en tal clima de dulce tolerancia, los hosteleros se han apresurado a pedir medidas que les permitan mantener a sus clientes fumadores. La imaginación es poderosa, los modelos a imitar no están lejos y comienzan a proliferar calefactores y repisas, mesas altas y ceniceros exteriores. Pero, ¿hasta dónde va a permitir el Ayuntamiento que este nuevo mobiliario urbano prolifere en las calles?

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  7. Qué cara más dura tiene Mikel Ubarrechena

    La zona dónde el tiene el negocio, la parte vieja, cada vez se parece más Magaluf por el gamberreo y la falta de respeto a olos vecinos
    La calidad que ofrecen es basura. El presidente de los hosteleros de Gipuzkoa ignora, o eso afirma con sus palabras, qué es el turismo de calidad
    Y si excusa la astronómica factura del bar Ambrosio -pobre Ambrosio- es porque él es el rey del mambo.
    El error está en las auroridades municipales que le bailan el agua desde hace años -al gremio de la hostelería y al de los taxis-. El no es partidario de denunciar los abusos en la hostelería no por la imagen que dan de la ciudad, sino porque él vive en ellos como pez en el agua.
    Fíjense señoras y señores, es lo mismo que dicen Rajoy y sus compinches: al denunciar la corrupción se da una mala imagen de españa.
    Ubarrechena quiere que San Sebastián sea como Puerto Banús o Marbella, y que tenga un alcalde como aquel Gil y Gil, y sucesores.
    El colomo es cuando el presidente de los hosteleros afirmaa que el turismo barato puede «perturbar» la convivencia con los vecinos, cómo si su turismo no lo estuvira haciendo hasta la saciedad.
    En cuanro a la «mano de obra de calidad» para el sector, clama al cielo. Dice textualmente «No encontramos mano preparada que quiera trabajar, es uno de los grandes problemas de la hostelería. Es difícil encontrar auténticos profesionales del sector», cuando la realidad es que a los empleados de su empresa, y los de la mayoría que le dan el voto, se les obliga a trabajr en condiciones que rozan el esclavismo.
    Montxo Arancibia

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  8. Ernesto

    La gente se queda con lo que cuesta una caña en Donostia y se dice que es un robo, que vas a otros sitios en otras provincias y cuesta la mitad. No hace falta ir tan lejos, ven al Munto Berri o al Cuélebre. Seguro que estos bares no pagan la misma renta que en el centro de Donostia. Estos hosteleros del centro donostiarra le dice a uno de Bilbao (por poner un ejemplo) lo que paga de renta del bar, y bilbaíno se cae al suelo del susto.
    Es fácil poner las cañas a 1 Euro cuando pagas 500 ó 600 euros de renta y no pagas salarios (ni aquí, ni allí). En Donostia no encuentras esas rentas salvo que sean antiguas.
    Con los taxis parecido, la licencia cuesta un ojo de la cara y los trayectos son cortos, no es como en otros sitios que las licencias cuestan menos y los trayectos son más largos.

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