Gran expectación en la documentada y magistral conferencia de Duplá

Por tercer jueves consecutivo la asistencia a las conferencias impartidas en la Casa de Cultura de Aiete desbordaron todos los cálculos

Egipto de nuevo en Aiete, con María José Noain | Aiete – Lantxabe – Katxola – Ayete

Ha ello han podido contribuir el admitido reconocimiento de los dos conferenciantes, Maria Jose Noain y Antonio Dupla; la llamada del Antiguo Egipto; la capacidad de convocatoria y organización de los Ciclos de Literatura y Cine, y el lugar, la Casa de Cultura de Aiete.

Para las seis ya había cola esperando que se abriera la puerta del salón de actos (El inicio de la charla estaba anunciado a las siete). En poco tiempo se ocuparon las sillas del salón y la última asistencia se fue distribuyendo por los diferentes soportes, convertidos en asientos

Antonio Duplá visitaba la Casa de Cultura por segunda vez a incisiva de Lantxabe. La anterior, para hablar sobre los etruscos, en plenas fechas de pandemia – 27 de abril 2022 –, también causó admiración en el auditorio

El jueves se dobló la fascinación, si cabe

Del Antiguo Egipto, desde niños, hemos oído hablar de pirámides, templos, faraones, pero conocemos menos del Egipto romano, de la presencia del imperio romano en el país regado por el Nilo. Desde el último jueves de febrero sabemos algo más. Más cerca, en el tiempo histórico de los faraones, tenemos el Egipto romano; Dupla es un profesor de amplio currículo en el mundo de la investigación sobre Roma; un reconocido especialista en la materia

Es difícil resumir y verter la ágil conferencia que impartió Antonio Duplá el pasado 29 de febrero, por eso limitamos este texto a comentar -bajo responsabilidad propia- en base a las imágenes que presentó en pantalla (una hora de ponencia)

Año 333-332 a.C. Control del mar Mediterráneo. Batalla de Issos. Conquista de Egipto

Relieve de Alejandro Magno ante Amón-Ra, en el templo de Luxor.

Alejandro Magno entró en Egipto con facilidad, y fue recibido por la población egipcia más que como una nueva ocupación, como un acto de liberación, pues había liberado a los egipcios del yugo persa.

El sátrapa Masaces salió a su encuentro para entregarle el poder y el tesoro de sus arcas, y se retiró. En Menfis, Alejandro Magno fue agasajado con la corona de los dos reinos y nombrado faraón

Con los Ptolomeos el país había vivido durante décadas bajo la protección de la familia gobernante de habla griega. Ptolomeo (367 a. C.-283 a. C.), fue un general greco-macedonio al servicio de Alejandro Magno y uno de los tres diádocos [diádoco: cada uno de los generales sucesores de Alejandro Magno] que se disputaron el control de su extenso imperio. Ptolomeo se convirtió en gobernante de Egipto y allí se inició la Dinastía ptolemaica que controló el país del Nilo en los siguientes tres siglos. Egipto se convirtió así en un reino helenístico y la ciudad de Alejandría en uno de los centros de la cultura griega.

Antonio Duplá

En la época, era un centro cultural e intelectual y una ciudad griega rodeada de gente no griega. Los Ptolomeos, a excepción de Cleopatra VII, nunca salían de la ciudad, y mucho menos aprendían la lengua nativa. Durante generaciones se casaron con miembros de la misma familia, hermano con hermana o sobrinas con tíos.

Puerto y faro de Alejandría, dibujo de época

Alejandría es una ciudad portuaria situada en el norte de Egipto, en la costa Mediterránea, fundada en 331 a.C. por Alejandro Magno. Fue el emplazamiento del Pharos, el faro, una de las siete maravillas del mundo antiguo, y de la legendaria biblioteca de Alejandría

La ciudad se desarrolló a partir de un puerto pequeño llamado Racotis tras la llegada de Alejandro que estableció el diseño básico de lo que quería y después siguió su camino en su conquista de Persia.

La ciudad siguió desarrollándose en la época de la Dinastía Ptolemaica (323-30 a.C.) para llegar a convertirse en un centro intelectual, cultural y comercial, una de las ciudades más grandes de la época

También fue escenario de las luchas religiosas que resultaron del enfrentamiento entre paganos, judíos y cristianos tras el crecimiento del cristianismo en los siglos IV y V d.C.

Uno de los eventos más memorables de esta época es el martirio, por los fundamentalistas, cristianos de la filósofa neoplatónica Hipatia de Alejandría en 415 d.C.

Amenábar nos muestra el eterno enfrentamiento entre la razón y el fanatismo religioso. La primera se encarna en la figura de la filósofa Hipatia, personaje histórico cuya biografía nebulosa permite al guionista dar rienda suelta a su imaginación, lo que creo que redunda en beneficio de la historia que se cuenta.

Se dice que Alejandro diseñó los planos de la ciudad echando harina o grano en una cuadrícula que después usaría el arquitecto.

La actual biblioteca de Alejandría (El techo en ‘cuadrícula’ ¿homenaje a Alejandro Magno?)

Alejandro se marchó de Egipto hacia Tiro, en Fenicia, tan solo unos meses después de su llegada. Quedó en manos de su comandante -diádoco- Cleómenes de Náucratis (muerto en 322 a.C.) construir la ciudad basándose en los planos del arquitecto Dinócrates de Rodas que, supuestamente, siguiendo los de Alejandro, distribuyó la ciudad siguiendo un patrón conocido como plano hipodámico. Este plano fue formulado por el arquitecto Hipodamo de Mileto (siglo V a.C.) y se consideró el diseño óptimo de planificación urbana.

El 10 de mayo de 2019 la expedición de Lantxabe visitó las ruinas de la ciudad del arquitecto

Tras la muerte de Alejandro en 323 a.C., Ptolomeo llevó su cuerpo de vuelta a Alejandría para enterrarlo y dio comienzo su reinado de Egipto desde Alejandría, que sustituyó como capital a la antigua de Menfis. Con Ptolomeo II se completó el faro de Alejandría, una de las siete maravillas de la Antigüedad (donde hoy en día se puede ver el Fuerte Qaitbey del siglo XV).

(En sus cercanías los nuevos expedicionarios tienen comprometido un almuerzo en el próximo viaje a la ciudad y al país africano)

La ciudad creció hasta convertirse en la más grande del mundo conocido en aquella época, y atrajo a eruditos, científicos, filósofos, matemáticos, artistas e historiadores.

Busto de Ptolomeo II Filadelfo, que se cree que fue el que estableció la Biblioteca como tal, aunque los planes para llevarla a cabo pueden haber sido desarrollados por su padre, Ptolomeo I Sóter

La biblioteca, cuya construcción empezó bajo Ptolomeo I, fue terminada por Ptolomeo II, que envió invitaciones a gobernantes y eruditos pidiéndoles que contribuyeran con libros. Según los historiadores Oakes y Gahlin había sitio para 70.000 rollos de papiro.

Nadie sabe cuántos libros había en la biblioteca de Alejandría

Representación artística del siglo xix de la biblioteca, obra del artista alemán O. Von Corven, basada parcialmente en la evidencia arqueológica disponible en la época.

Alejandría en la época romana

Tras el asesinato de César en 44 a.C., Marco Antonio, se convirtió en el consorte de Cleopatra y dejó Roma para ir a Alejandría. La ciudad se convirtió en su base de operaciones durante los siguientes trece años hasta que Cleopatra y él fueron derrotados por Octavio en la batalla de Accio en 31 a.C. Al año siguiente, ambos se suicidaron y la muerte de Cleopatra puso fin a la dinastía Ptolemaica.

Al fondo el escenario de la batalla de Accio en 31 a.C [La foto está tomada en aquel viaje de la gente de Lantxabe a Grecia (mayo 2019)]

El imperio en tiempos de Octaviano Augusto

Un apunte sobre Cleopatra

Cuando el comandante romano Pompeyo fue derrotado por César en 48 a.C. en la batalla de Farsalia, buscó refugiarse en Egipto. Sin embargo, para ganarse el favor de César, Ptolomeo VIII lo mandó matar y decapitar.

La decapitación de Pompeyo tras la batalla de Farsalia

César se quedó en Egipto para conseguirle el trono a Cleopatra, ya que las acciones de Ptolomeo le habían obligado a ponerse de parte de su hermana. Una vez derrotado el joven Ptolomeo, el reino Ptolemaico pasó a ser un estado vasallo de Roma, pero inmune a cualquier interferencia política del senado romano.

Relieve de Cleopatra VII y Cesarión en el templo de Dendera

Cleopatra viajó por Egipto con César y fue aclamada por sus súbditos como faraón. Dio a luz a un hijo, Ptolomeo César, conocido como Cesarión, junio de 47 a.C. y la reina lo proclamó como su sucesor.

En el 46 a.C. César regresó a Roma y poco después se llevó a Cleopatra, a su hijo, y todo su séquito a vivir allí. Reconoció abiertamente a Cesarión como hijo, aunque no como heredero, y a Cleopatra como consorte.

Cleopatra y Marco Antonio

Cuando César fue asesinado en 44 a.C., Cleopatra huyó de Roma con Cesarión y regresó a Alejandría. La mano derecha de César, Marco Antonio, unió fuerzas con su sobrino Octaviano y su amigo Lépido para perseguir y derrotar a los conspiradores que habían asesinado a César. Tras la Batalla de Filipos, en la que las fuerzas de Antonio y Octaviano derrotaron a las de Bruto y Casio, Antonio emergió como gobernante de las provincias orientales, incluido Egipto, mientras que Octaviano se quedó con las occidentales.

Tetradracma de plata que representa a Antonio y Cleopatra

Marco Antonio y Cleopatra se unieron. Ella le daría tres hijos y él la consideraría su esposa, a pesar de estar ya casado primero con Fulvia y después con Octavia, la hermana de Octaviano.

Expectación en el salón de actos siguiendo la conferencia del profesor

Tras la muerte de Cleopatra, Octaviano hizo que asesinaran a Cesarión y que los hijos que había tenido con Antonio fueran llevados a Roma donde los crio Octavia; y así fue como acabó la dinastía Ptolemaica de gobernantes egipcios.

Aunque tradicionalmente se la considera una mujer de gran belleza, los escritores de la antigüedad alaban unánimemente su inteligencia y encanto más que sus atributos físicos.

Muerte de Cleopatra

Cleopatra ha seguido creando ese mismo hechizo a lo largo de los siglos desde su muerte. Se han hecho películas, libros, programas de televisión y obras de teatro sobre su vida y se la ha representado en obras de arte de todos los siglos hasta la actualidad.

La Cleopatra más conocida y singular es la protagonizada por Elizabeth Taylor en el film dirigido por Joseph L. Mankiewicz, basado en el libro «The Life and Times of Cleopatra» de Carlo Maria Franzero (1957)

Cleopatra tenía tan solo 39 años cuando murió, y gobernó durante 22 de ellos. En una época en la que las mujeres rara vez, ejercían el poder político, ella consiguió mantener Egipto en un estado de independencia mientras estuvo en el trono. A pesar de ser macedonio-griega, no egipcia, ha llegado a simbolizar el antiguo Egipto en el imaginario popular.

Sir Lawrence Alma-Tadema, El encuentro de Marco Antonio y Cleopatra

Alexandre Cabanel, Cleopatra probando el veneno en sus esclavos (1887)

En la pantalla, Antonio Duplá, continuó proyectando imágenes asociadas al Egipto y a la Roma de la época

El Horologium Augusti y el Ara Pacis en el Campo de Marte en Roma (al fondo el Mausoleo de Augusto)

La construcción del ara, por decisión del mismo Augusto, tuvo lugar en el Campo Marcio septentrional, cerca de la frontera sagrada de la ciudad (pomerium); donde quince años antes Octaviano quiso edificar su mausoleo, y en ese mismo enclave se empezaba, contemporáneamente el Ara Pacis, la construcción de un gran reloj solar que había heredado el nombre de Augusto: el Horologium o Solarium Augusti

El obelisco de Montecitorio en Roma

Al menos ocho obeliscos creados por los antiguos egipcios, tras la conquista, se trasladaron a Roma. El obelisco de la foto proviene de Heliópolis; fue llevado a Roma por Augusto en el año 10 a. C. y erigido sobre la espina del Circo Máximo.

Estatuilla de Uraeus, entre 722 y 332 a. C

El emperador Trajano realiza una ofrenda a la diosa Hathor (relieve mural del templo de Denderah)

Altar de Domitius Ahenobarbus: el censo

Escenas cívicas del altar.

Primera escena

En el extremo izquierdo del bajorrelieve, un funcionario involucrado en el censo (se considera que es un iurador o «tomador de juramento») registra la identidad y las propiedades de un hombre que está de pie frente a él, sosteniendo una tablilla de cera en una mano y extendiendo la otra., haciendo el gesto del juramento (professio)

Campesinos egipcios. Pintura mural en la tumba de Najt

El mundo del campo no cambió hasta que llegaron las ondas de la radio (nos recordaba Antonio)

Operación de descarga de grano de la nave Isis (pintura mural, Ostia)

La Carmagnola en la balaustrada de la terraza de San Marcos.

Si subimos a la terraza de la Basílica de San Marcos, en una esquina sobre la balaustrada, descubriremos una cabeza roja que mira hacia la laguna, entre las columnas de San Marcos y San Todaro. Cabeza de pórfido (¿Justiniano)

Piazza Farnese (Roma): pilas de granito egipcio (de las termas de Caracalla)

Togatus Barberini, con imagines de sus ancestros

La escultura romana estuvo influida desde el comienzo por dos de las culturas más importantes de su entorno. La escultura griega, influyente en todo el Mediterráneo. Y la escultura etrusca, que influyó en el centro de Italia. La escultura romana, adquirió su carácter, grave, sereno, serio y realista de la escultura etrusca.

El retrato de Brutus Barberini es una de las muestras de este eclecticismo artístico que daría lugar a un lenguaje escultórico con identidad propia y tendrá su mayor expresión en obras como el Augusto Prima Porta, o los relieves del Ara Pacis.

Claudio Ptolomeo

Claudio Ptolomeo, fue un matemático, astrónomo y geógrafo alejandrino que vivió en el siglo II d.C.

Mientras, Egipto era una provincia romana. Se destaca como uno de los geógrafos más influyentes de la antigüedad. Y, como el último gran representante de la astronomía griega. Además, una de las cosas que lo diferenciaba de otros científicos de la época era que en sus estudios siempre hacia especial énfasis en el empirismo.

Durante gran parte de su vida, Claudio Ptolomeo se dedicó a la observación astronómica en la ciudad de Alejandría. Esto lo hizo entre los reinados de los emperadores Adriano (117-138 d.C.) y Antonino Pío (138-171 d.C.).

Representación del Nilo procedente del templo de Isis y Serapis en Roma

La colosal estatua del Nilo fue encontrada en el Campus Martius de la Antigua Roma en 1513, donde probablemente formaba parte de la decoración del Iseo Campense; el santuario más grande de Roma dedicado al culto de Isis y Serapis.

El Nilo se muestra como un anciano tendido de costado, con una cornucopia llena de fruta en su brazo izquierdo y espigas de trigo en su mano derecha. La escena está amenizada por 16 niños, en alusión a los dieciséis codos de agua, que es el nivel que alcanza el Nilo durante la temporada de inundaciones. La tierra de Egipto, por otro lado, es evocada por la presencia de una esfinge.

Luego llegó el turno de preguntas y, entre ambos, un sentido y fuerte aplauso. La personas asistentes salimos con la fuerte sensación de que una nueva forma de ver el antiguo Egipto se instalaba en nuestra sensibilidad

Egipto de nuevo en Aiete, con María José Noain

En palabras que pronuncia Sansón Carrasco cuando habla con Sancho, dice el Bachiller ‘Nunca segundas partes fueron buenas‘ (El Quijote II 4).

En la actualidad esa sentencia se emplea para aludir al fracaso de la segunda parte de celebraciones, series, películas, obras literarias y en toda obra artística.

Maria Jose Noain rompe ese protocolo quijostesco porque la segunda parte de su charla fue más sabia, más entretenida y más concurrida que la primera. Y eso que 15 días antes se batieron todos los récords.

Presentó la Conferencia la organizadora de estas actividades, Lola Arrieta, en la coyuntura asociada a la historia y cultura material del Antiguo Egipto

Empezó la charla Mariajo manifestando su admiración porque en una tarde de tiempo tan inclemente, el salón de actos de la Casa de Cultura volviera colgar el cartel de ‘no hay billetes

Título de la Conferencia: El Imperio Nuevo. El esplendor de Tebas”.

Introducción: El Imperio Nuevo (en torno a 1570 – 1069 a.C.) es la era de la historia egipcia que sigue a la falta de unidad del Segundo Período Intermedio (en torno a 1782 – 1570 a.C.) y que precede a la disolución del gobierno central a principios del Tercer Período Intermedio (en torno a 1069 – 525 a.C.).

En ese periodo tiene lugar la guerra de liberación y la reunificación de Egipto, que partió del sur y termina con un regreso triunfal a Tebas “y se llevó a cabo la restauración de la unidad del Alto y Bajo Egipto. Hubo desde el principio una gran actividad para reorganizar el país, lo que produjo una gran prosperidad, reflejada en la construcción de numerosos monumentos’.

El imperio nuevo se caracteriza por la gran importancia de la mujer y su protagonismo en los problemas sucesorios.

Mariajo subrayó como mujer, feminista e historiadora la circunstancia de que por primera vez, una mujer es nombrada faraón con todos los títulos masculinos: Hatshepsut

Citó también otra reina, Nefertiti, y nos proyectó en pantalla escenas familiares, en un plano de igualdad. Y a la reina Tiyi, con su esposo Amen-Hotep/Amenofis III

(Tuvimos la oportunidad de ver retratados -esculpidos- en el Museo Nuevo [isla de los Museos] a la reina Tiyi y a su esposo Amenofis III; fue el año pasado en Berlín -el 8 de junio-, como se menciona en una entrada anterior de esta web]

Repasa la profesora la Situación Internacional del Imperio Nuevo, con el apogeo y caída de los reinos micénicos en Grecia, el Éxodo de Israel y la invasión de los siempreinquietantes Pueblos del Mar

Tanto Ahmosis I como su sucesor, Amenofis I, embellecieron el país con sus construcciones de templos y otros edificios, sobre todo en Abidos y Karnak iniciando la reorganización de la administración.

Prototipo de templo

La profesora puso mucho interés en hacernos saber que los egipcios del Imperio Nuevo tuvieron más de mil años para refinar sus creencias religiosas. Es por eso que los templos y la ciudad entera de Luxor, la antigua Tebas, están construidos siguiendo una lógica esotérica de gran belleza.

[Plano gráfico para seguir la escritura]

Los lugares dedicados a la vida: los edificios de culto a los dioses, se hallan en la orilla oriental del Nilo, que es por donde nace el sol. En el plano, las tumbas de los faraones, así como sus monumentos funerarios, están en la ribera occidental de Tebas -TEBAS OESTE-, donde el sol muere.

Pero volviendo a la historia, Maria José nos llevó a Los Thutmósidas

Cuando asciende al trono la nueva familia, Thutmosis I (1524-1518), se convierte en el primer gran conquistador entre los faraones egipcios, llegando hasta el río Eufrates (Nace en Turquía y sus aguas recorren parte de los territorios de Turquía, Siria e Irak)

Grabado en la tumba de Thutmosis I

Este faraón fue el que abandonó la idea de enterrarse en una pirámide e inició la costumbre de que el rey fuera inhumado en un hipogeo excavado en las laderas de las colinas desérticas de la orilla izquierda del río Nilo, frente a Tebas. El conjunto de tumbas está situado en lo que se denomina Valle de los Reyes, del que Mariajo dibujó en varias transparencias.

Apunte sobre ‘el Valle de los Reyes’

A primera vista, no es más que un desierto. Sin embargo, el desfiladero que se abre entre colinas blancuzcas guarda tesoros en sus entrañas. Toda la pompa y el esplendor que los faraones no podían mostrar en el exterior, lo guardaban para el interior; las tumbas son palacios bajo tierra.

Está situado al oeste de Tebas. Su entrada se encuentra casi frente a Karnak. Allí, los monarcas se hicieron cavar hipogeos. Las reinas y los príncipes muertos en edad temprana, eran enterrados en otro valle llamado Valle de la Reinas, situado un poco más al sur que el anterior.

La arquitectura es similar en todos estos templos fuerarios: un largo corredor adornado con tallas de colores, que conduce a la cámara funeraria. Los techos simulan ser cielos estrellados, en azul y amarillo. Las paredes contienen imágenes delicadamente tintadas: El faraón con Isis u Osiris, la barca de Amón, o largos textos enigmáticos.

Y siguió la conferencia con

Thutmosis II tomó por esposa principal a Hatshepsut, su hermanastra, hija primogénita de Thumosis I. A la muerte de Thutmosis II, esta reina gobernó como rey durante veintidós años.

[Lola, en la presentación del acto, anunció que el Jueves 23 de mayo, tendremos un encuentro literario con ‘La dama del Nilo’, de Pauline Gedge; novela histórica que nos sitúa en el Egipto faraónico de Hatshepsut]

La reina se vistió como un hombre y suprimió en sus nombres y títulos las desinencias femeninas, adoptando el protocolo completo de los reyes de Egipto. Tuvo un reinado pacífico y se dedicó a las tareas organizativas y administrativas; se conformó con hacer explotar las canteras y organizar expediciones comerciales, la más célebre, es la organizada al País del Punt.

Secundada por su arquitecto de confianza Senemut, construyó muchos templos, entre ellos su templo funerario de Deir el-Bahari, célebre por la originalidad de su planta y por la belleza de su decoración.

La ponente nos aleccionaba que durante toda la historia de Egipto, las mujeres tuvieron un papel muy destacado, pero esta importancia se ve con especial claridad a comienzos del Imperio Nuevo

Cuando Hatshetsut desapareció de la escena pública, Thutmosis III

pudo por fin asumir su papel de rey y destruye de forma violenta, tanto los monumentos e inscripciones que recuerden a la reina como a Senemut. Mariajo menciona ‘la damnatio memoriae’ que en este caso se aplica contra Hatshepsut

Thutmosis III llevó su país a cimas de poder y extensión jamás sobrepasadas por ningún otro faraón; organizó unas diecisiete expediciones a Asia, relatadas de forma completamente objetiva sobre las paredes del corredor que rodea la parte más interior y sagrada del templo de Amón en Karnak, el Santuario de la Barca, en el muro que, por estos grabados, recibe el nombre de Muro de los Anales. (Todo ello documentado en la conferencia con proyecciones en la pantalla del salón de actos)

Este es el momento en que se puede hablar de imperio egipcio puesto que bajo el dominio de la monarquía tebana se encuentran pueblos de distintas lenguas, razas y culturas. De norte a sur, el país comprendía 3.200 km. Los pueblos que en él se incluían eran de muy distinto nivel cultural y asimismo diferían en organización social y política. Egipto explotará y saqueará todo este inmenso territorio logrando una mayor riqueza del Estado, que se refleja en el propio territorio egipcio por la enorme actividad constructiva de los faraones del Imperio Nuevo, especialmente en Tebas.

El templo de Amón en Karnak recibió una gran parte de los botines de guerra y los tributos que pagaban los súbditos exteriores del faraón. Un buen ejemplo de ello es la sala hipóstila, en cuyos relieves -que vimos en pantalla- se reflejan largas procesiones de portadores de tributos.

Foto tomada en el Museo Nuevo [Berlín, 8 de junio de 2023]

Amenofis III (1386-1349), continuó la política de buenas relaciones con los asiáticos, casándose también con princesas mitannias.

Una faceta de gran importancia de este reinado es la evolución de la sensibilidad tanto social como religiosa, que en cierto modo preparará el camino para los sucesos del reinado siguiente.

Amenofis tuvo como esposa a Tiy, -mencionado más arriba- que le dio seis hijos y cuatro hijas, dos de las cuales llevaron también el título de reinas: Satamón e Isis.

De sus espléndidas construcciones se conservan las ruinas del templo funerario de la orilla occidental, del que actualmente sólo quedan en pie dos colosos del rey, llamados colosos de Memnón

Construyó asimismo uno de los monumentos más bellos del arte universal: el templo de Luxor, en Tebas. Luxor es una población moderna construida sobre otra muchísimo más antigua: Tebas. La capital del Alto Egipto.

Luxor Temple, Egypt – July 23, 2022

Más que construida sobre Tebas, Luxor convive con ella. Los templos brotan en el medio de la ciudad, en perfecta armonía con ella. Hay dos principales: El de Karnak, enorme y magnífico, y el de Luxor, quizá menos impresionante a simple vista, pero con un encanto especial

Del Templo de Karnak, lo primero que destaca son sus columnas. Son verdaderamente majestuosas, tanto en tamaño como en decoración.

Hace milenios que el techo del templo cayó, pero esas enormes moles, con sus capiteles en forma de flor de papiro y sus bases colosales, siguen siendo impresionantes. Especialmente, cuando la luz dorada del sol egipcio se cuela entre ellas a primera hora de la mañana.

Y luego están los grabados. Toda la piedra del templo de Karnak es como un gigantesco lienzo que narra el pasado con una viveza y un detalle asombrosos. Han transcurrido más de 3.000 años, y los jeroglíficos y las escenas mitológicas están en perfecto estado, como si acabaran de ser talladas. En algunos rincones, hasta han conservado algo de color, dando una idea de la hermosura y magnificencia que debía tener recién construido.

Un apunte de los obeliscos

Egipto ha sido despojada de ellos

La profesora citó:

Varios obeliscos fueron llevados a Roma durante el periodo del Imperio Romano. Algunos de ellos se encuentran en lugares como la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

Obelisco se encuentra en la Plaza de la Concordia en París.

Este colosal obelisco yace en su lecho de piedra en una cantera de granito de Asuán. Fue abandonado debido a una fisura en la roca.

El famoso obelisco conocido como la Aguja Cleopatra está ubicado a orillas del río Támesis, cerca del Puente de Westminster, en Londres; uno en Central Park en Nueva York

El Obelisco de Teodosio, ubicado en el Hipódromo de Constantinopla, que pudimos ver en nuestro viaje a Turquía (15 de mayo 2019)

De la proyección en pantalla

Éste es el único obelisco que aún queda en pie ante el pilono de entrada del templo de Luxor. Su hermano fue llevado a París en 1834. Ambos fueron erigidos por Ramsés II.

Maria José hace un apunte más largo para Akenatón (Amenhotep IV o Amenofis IV ó Neferjeperura Ajenatón] Su reinado está datado en torno al 1353-1336

De Akenatón destacó que con el cambio religioso, promovió otros muy importantes de orden político, económico y social.

Esta iniciativa la llevó a cabo en el año 2 de su reinado, sustituyendo la primacía del culto del dios Amón por la del Atón o disco solar y pasando del politeísmo al monoteísmo, el clero egipcio quedó desmantelado, aunque se recuperara después.

La sustitución del Gran Sacerdote de Amón por el de Atón causó una revolución religiosa, política (por el gran poder político y económico que perdieron los sacerdotes del dios Amón) y social (se produjeron desórdenes y asesinatos de fieles de Amón por los del Atón y viceversa). Se produce también la primacía del culto en el cielo al sol (Ra) visible por su Disco (Atón) del cual emana la luz y todo bien

En el año 4 de su reinado se abandonó la antigua capital, Tebas, y se construyó a partir del año 5 otra más al norte, en el hoy pequeño poblado de el-Amarna, en un lugar revelado por el mismo Atón a la que llamó Aket-Atón (Horizonte del Disco).

Akenatón construyó a su dios un templo en Tebas, cerca del templo de Amón. En él se colocaron estatuas en las que se evidenciaba un estilo expresionista.

La profesora se detuvo en lo que se conoce como ‘Cisma amarniense’

Lo que significaba la perplejidad de los egipcios que se veían obligados a abandonar por orden real, a sus antiguos y múltiples dioses, a los que durante milenios había acudido en busca de ayuda y consuelo.

La vida cotidiana también quedó afectada por el traslado de la capital de Tebas a El Amarna, con el consiguiente desplazamiento económico del país hacia el norte.

El clero de los templos de Karnak y Luxor, el templo de Amenofis III, etc., se vio oficialmente perseguido y apartado del favor real.

El fin del Cisma amarniense comprende el reinado de Tutankhamon, casado con la princesa Ankesenamón, hija de Akhenatón y Nefertiti, reina-faraón al morir su marido

Nefertiti: Foto tomada en el Museo Nuevo [Berlín, 8 de junio de 2023]

De Ramsés II, el faraón más conocido del Imperio Nuevo y, posiblemente, de toda la historia de Egipto, destacó la batalla de Kadesh; en 1295 a.C. tuvo lugar el más importante enfrentamiento egipcio-hitita. Lucharon Ramsés II y Muwatalli, en la primavera del quinto año del reinado de Ramsés II, finalizando con la derrota egipcia, que la iconografía del faraón convirtió en victoria.

La portada alude a la construcción de la presa de Aswan y la necesidad de traslado de los templos que iban a anegados por el agua

Y destacó también las manías de grandeza del faraón.

Copia coloreada

Fue la época de las grandes realizaciones arquitectónicas (en Abidos, Tebas y Abu-Simbel), donde destacan los templos dedicados a él mismo y el pequeño templo de Abu Simbel dedicado a su esposa, la reina Nefertari, de la que se conserva también su bellísima tumba en el Valle de las Reinas.

La reina Nefertari jugando al “senet” (escena de su tumba en el Valle de las Reinas)

De las proyecciones de Mariajo Noain

La base ideológica del arte egipcio está dominada por la creencia en la vida eterna, de ahí que los dos monumentos más prolíficos sean las tumbas y los templos. El templo, al decir de sus inscripciones, es ‘la casa de piedra‘ que los faraones construyen para sus divinos padres. Al contemplarlos, nos producen precisamente esa sensación de eternidad que tanto les motiva.

El Valle de los Reyes

Apunte.- Frescos, temples, encaustos y azulejos de revestimiento en muros interiores de la tumbas Sethy I

Pasó Noain ha hablarnos de las tumbas; la de Sethy I, quizás la más hermosa del Valle de los Reyes; la tumba de Tutankamón, la más conocida de todo el Valle; la de Thutmosis III, y otras

Apunte.– Tumba de Tutankamón

La reina ofrece a Tutankamón un ramillete de flores de loto (museo egipcio)

Y de los templos egipcios en el Imperio Medio y Nuevo

Entre ellos el Templo de Hatshepsut; vuelto a oriente, se compone de una serie de vastas terrazas, algunas de ellas excavadas en las rocas, situadas a diferentes niveles y rodeadas cada una de ellas de pórticos de diferentes pilares con rampas entre unas y otras.

La faraona estuvo acompañada por el arquitecto, Senmut, administrador de Amon y supervisor de todas las obras. Hubo estrecho acuerdo entre arquitecto y cliente, entre los que existía afinidad espiritual y corporal. Con su fuerte imaginación conceptual, Senmut, supo dar forma, dentro de los límites de una tradición poderosa, a algo que dormía en la mente de Hatshepsut. Tuvo la gran intuición de explotar al máximo el gran abanico de rocas color ocre que se despliega por detrás del valle que viajeras y viajeros tendrán oportunidad de ver.

En Luxor solo es testigo del pasado esplendoroso, el magnífico templo. Está unido al Templo de Karnac por la larga avenida de las esfinges.

Proyectada en el Centro Cultural por Mariajo

Es ciertamente una de las obras más logradas y típicas de esa época. Costruido por Amenofis III (1390-1352 a. J.) y reformado por Ramsen II, después, a través del tiempo, ha sufrido otras muchas reformas.

El gran Templo de Karnak se expandió en dos direcciones. Su entrada fue progresivamente adelantándose hacia el Nilo. Se construyeron nuevas puertas, unas tras otras.

La admirable sala hipóstila, a pesar de sus 134 columnas, que llegan hasta los 21 metros de altura y 4 metros de diámetros, no dan ninguna impresión de pesadez.

Obras en el traslado del templo

En la dinastía XIX predomina el gusto por el colosalismo. Representativo de esta época es el Templo de Abu-Simbel, totalmente excavado en la roca, capricho del faraónico faraón, Ramsés II. (1279 a.C.-1213 a.C.).

Ramses II en Luxor

Al terminar la charla la sala vibró entre aplausos. Pausa para preguntas y nuevos aplausos despidieron a una muy apreciada María José Noain

(Aiete) Más acá de faraones y reinas: El Egipto romano

Jueves 7 Marzo

19:00

Casa de Cultura de Aiete

Antonio Dupla, Doctor en Historia y Profesor de Historia Antigua en la UPV.

Resumen.- Tras los varios milenios del Egipto faraónico y los siglos del Egipto ptolemaico, la etapa final del Egipto antiguo se corresponde con la dominación romana tras la derrota de Cleopatra y Marco Antonio en la batalla de Actium (31 a. C.). Debido a su riqueza y a su papel estratégico como principal abastecedor de grano a Roma, Egipto jugará un papel específico en la estrategia imperial romana. Por otra parte, los continuos hallazgos papirológicos, favorecidos por su particular clima, nos ofrecen una información de una riqueza sin parangón en el territorio imperial

Es Licenciado en Filosofía y Letras (Historia) por la Universidad de Zaragoza (1978), Doctor en Historia por la misma Universidad (1987) y Profesor de Historia Antigua en el Departamento de Estudios Clásicos de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, en Vitoria-Gasteiz, desde 1989.

Fuera de España ha cursado estudios predoctorales en la Freie Universität de Berlín y en la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma. Amplió sus investigaciones en Institute of Classical Studies (University College, Londres), Fondation HARDT (Ginebra), Facultad de Ciencias Sociales (Universidad Autónoma de México, UNAM) y Faculty of Arts, Dpto. of Classics (Edimburgo).

Ha sido Profesor Invitado en la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala y en la Facultad de Filosofía de la Universidad Michoacana en Morelia (Méjico).

Especialista en la República romana, sus investigaciones se han orientado también hacia la historiografía moderna sobre el mundo antiguo y el clasicismo moderno, en particular en su relación con el fascismo.

Entre otras publicaciones destacan:

Videant consules: las medidas de excepción en la crisis de la república romana (Zaragoza, Secretariado de Prensas Universitarias, 1990). Su tesis doctoral.

El cine y el mundo antiguo (editor con A. Iriarte, Bilbao, 1990)

Presencia vasca en América, 1492-1992: una mirada crítica, (Donostia, Tercera Prensa, D.L., 1992)

«De los Graco a César: Política y violencia en la Roma republicana» (Nova Tellus 12, 1994)

Occidente y el ‘Otro’: una historia de miedo y rechazo (con I. Zaldúa y P. Frías, Vitoria-Gasteiz, 1998)

«Notas sobre la historiografía neomarxista sobre el mundo antiguo» (Studia Historica. Historia Antigua, 19, 2001)

«Historia Antigua y franquismo: una reflexión historiográfica», en C. Forcadell e I. Peiró (editores): Lecturas desde la Historia, Zaragoza, 2001)

«Falange e Historia Antigua», en F. Wulff y M. Alvarez (editores): Antigüedad y franquismo (Málaga, 2003)

La República romana arcaica (Madrid, Síntesis, 2003)

«Imperialismo defensivo y guerra justa: De T. Mommsen a M. Walzer», en J. Martínez Pinna (editor): En el centenario de la muerte de Th. Mommsen (en prensa), 2005Un saludo

Estas anomalías habituales no interesan a los responsables municipales

Comenta Baltasar de la Hera: «En el paseo Oriamendi, entre los números 2 y 4 sentido Hernani, hay un tramo de acera de 1,5 metros, sin baldosas levantadas, con un desnivel importante de unos 15 o 20 centímetros. La situación ya es conocida por el Departamento de Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento, pero no se acomete la reparación ni se hace nada. Dada la dificultad y altura del desnivel, se hará después de que suceda algún accidente con personas a pie, en bici o con sillas ruedas. Estas anomalías habituales no interesan a los responsables municipales».

Protesta Susana Martín: «La calle Andoain de Aiete está cortada por obras desde el 29 de enero y las líneas 19 y 45 de Dbus, que habitualmente entran por aquí, no pueden circular y tienen desviada su ruta, dando un rodeo tremendo hasta la rotonda del colegio Alemán, donde giran dirección Centro. Este cambio supone en horas punta un retraso de 15 minutos. Ya estamos hartos. Mi madre , que va en silla de ruedas, no puede salir de casa porque no tiene autobús en la calle Andoain. No puede bajar a Bera Bera porque hay mucha pendiente y se va la silla por el peso. ¿Cuándo piensan acabar las obras para restablecer las rutas de las dos líneas como estaban previamente? Nos están ocasionando grandes trastornos a todos los vecinos».